Los/as padres/madres, maestros/as y guardianes son esenciales para ayudar que los/as niños/as superen sus sentimientos después de un desastre.
- Ore con los/as niños/as por las víctimas del desastre. Alguna oración simple, como: Amado Dios, ayuda y bendice a la gente que vivió la tormenta. Cuídalos a todos con tu mayor cuidado. Amén.
- Hable francamente con los/as niños/as y dígales lo que su familia e iglesia están haciendo para ayudar a aquellos que han sido afectados por el desastre.
- Protege a los niños y niñas del trauma al limitar las imágenes que los medios de comunicación transmiten sobre el desastre ya que estas sólo pueden contribuir al miedo y la impotencia. Limite la exposición a historias de noticias continuas y mantenga conversaciones serias sólo cuando los/as niños/as no estén presentes.
- Tranquilice a los/as niños/as mientras escucha sus temores. Los/as niños/as tienen los mismos sentimientos que los adultos, por lo que es importante y razonable validar sus sentimientos al igual que mantener una actitud positiva hacia el futuro.
- Comuníquese con organizaciones en su área que se especializan en los niños.
- Provea una estructura en su vida a través de la rutina y la actividad. Las rutinas y actividades ayudan a recuperar un sentido de control cuando todo lo demás parece estar fuera de nuestras manos.
- Elabore objetos que estimulen la representación de las imágenes que los/as niños/as observan durante y después de un desastre.
- Deje que los/as niños/as hagan dibujos o escriban en un diario sobre el desastre. Pida a los/as niños/as que dibujen o escriban lo que se les ocurra, o deles una pregunta o tema para dibujar. Puede crear un mural o mosaico en grupo que ilustre las imágenes que los niños han visto. Realice un seguimiento a través de una conversación con un padre, una madre o un grupo pequeño.
- Realice discusiones en grupo para validar los sentimientos de los niños sobre las imágenes que ven o las conversaciones que escuchan sobre el desastre. Lo más importante es terminar la discusión de manera positiva asegurando a los/as niños/as el amor de Dios hacia ellos/as. Un ejemplo de escritura para consolar a los niños se encuentra en el Salmo 46 que dice " Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones."
- Desarrollé un plan familiar para enfrentar los tipos de desastres naturales que pueden ocurrir en su área y actué posibles escenarios con los/as niños/as. El saber que usted está preparado ayudará a que los/as niños/as sobrelleven el temor de separarse de su familia en caso de un desastre.
- Haga el bien. Al ayudar a los demás los/as niños/as pueden superar la sensación de impotencia. Por ejemplo, deje que los/as niños/as ayuden a comprar y armar estuches de higiene personal, canastos o cubetas de agua. Visite UMCOR.org para obtener información sobre cómo montar los botiquines.
Este artículo originalmente fue publicado en inglés por la Junta General de Ministerios de Discipulado. Traducción/ adapctación por Pablo Sarria Quezada. Contacto: [email protected].