Esta luz resplandece en las tinieblas,
y las tinieblas no han podido extinguirla.
Juan 1: 5
Los actos recientes de vandalismo y violencia en contra de nuestras instituciones democráticas de gobierno en Capitol Hill, así como también los actos perpetuados en contra de la Iglesia Metodista Unida Asbury y de la Iglesia Conmemorativa Africana Metodista Episcopal Metropolitana nos han recordado una vez más que en este país que amamos y que es nuestro hogar, el racismo y la supremacía blanca son temas ignorados.
El clero y el laicado de MARCHA, el cual es el grupo metodista que aboga por los Hispanos/as Latinos/as dentro y fuera de la Iglesia Metodista Unida, denuncia enfáticamente los actos de terrorismo doméstico y de insurrección ocurridos la semana pasada y apoya a las comunidades de la Iglesia Metodista Unida Asbury y la Iglesia Conmemorativa Africana Metodista Episcopal Metropolitana, al igual que muchas otras comunidades de fe para levantar nuestras voces y arrojar luz sobre todo acto racista de violencia, vandalismo e intimidación. Nosotros creemos que la supremacía blanca y el colonialismo son pecados que continúan teniendo efectos profundos en nuestra sociedad y particularmente en las comunidades de color. Esos efectos incluyen la opresión internalizada que puede manifestarse en y a través de nuestras propias comunidades y que promueven la autolesión, la negación de nuestro valor propio como personas que tienen valor sagrado y dignidad, así como también pueden manifestarse en la sumisión a una ideología de superioridad de los blancos. Esta ideología es un elemento fundamental del cimiento de este país y de la colonización europea de muchos de nuestros países de origen a lo largo y ancho en América Latina. Denunciar todas las expresiones en contra de la raza negra en la comunidad latina significa reconocer que nuestras comunidades no son monolíticas, y que por lo tanto tenemos un mandato moral y teo-ético de denunciar y hablar en contra de cualquier acto en contra de la raza negra de cualquier manera en la que éste se manifieste, especialmente dentro de nuestras propias comunidades.
Con horror presenciamos los estándares dobles que obviamente fueron usados y cómo las comunidades de color fueron tratadas el miércoles 6 de enero, el mismo día cuando celebramos la epifanía de nuestro Señor. Lo que fue revelado para que todo el mundo lo viera es la gran desigualdad como la policía trató a los supremacistas blancos quienes llenos de odio marcharon hacia el capitolio, a diferencia como la policía trató a las personas de color y a sus aliados quienes marcharon en favor de Black Lives Matter, y en favor de los derechos de los inmigrantes cuando demandaron ser tratados con dignidad, pero en cambio fueron tratados con la fuerza bruta de la policia.
Por lo tanto, MARCHA particularmente condena las acciones del grupo Proud Boys, un grupo de extrema derecha, neo-fascista, exclusivo de hombres, racista y supremacista blanco, y su líder Enrique Tarrio, quien se identifica como afro-cubano.
Condenamos el lenguaje y las acciones que incitaron la violencia en contra de la sede de la Cámara de Representantes, la cual le pertenece al pueblo, y la falsa retórica del Presidente Donald J. Trump, así como también la de todos los representantes, tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, quienes atizaron las llamas de la insurrección y la violencia de la multitud.
Demandamos que un proceso de justicia equitativa sea aplicado a todas aquellas personas que participaron en la violencia y el vandalismo en contra de nuestro edificio del Capitolio y en contra de la sede de nuestro congreso, y en particular en contra de estas dos comunidades de fe, porque creemos que esas acciones fueron todas el resultado de la misma ideología de supremacía blanca y odio vil.
Llamamos al Concilio de Obispos a recordar el testimonio de los reyes magos, quienes siguieron la estrella y encontraron al niño Jesús y también desafiaron la voluntad de Herodes y del imperio.
Llamamos al Concilio de Obispos a seguir la luz de la justicia y el sueño de la libertad, y que guíen a toda nuestra iglesia a involucrarse en el trabajo serio y deliberado de desmantelar el racismo, confrontar la supremacía blanca y construir una comunidad de amor, no a través de otra actividad de arrepentimiento u otro estudio de un libro, sino a través de un análisis profundo de cómo nuestra propia institución es cómplice en no confrontar la supremacía blanca dentro de nuestras propias iglesias.
Llamamos a todos los discípulos de Jesucristo que son parte de la Iglesia Metodista Unida, a involucrarse en conversaciones profundas, en estudio, y en reflexión así como en acciones deliberadas y en un trabajo coordinado con el Concilio de Obispos, con el liderazgo de cada conferencia, con los superintendentes de distrito y con cada pastor de todas las iglesias locales, y rindamos cuentas los unos con los otros de cómo estamos haciendo este trabajo juntos para la transformación del mundo.
¡Todos Somos Familia!
MARCHA
Nota del editor: Esta declaración ha sido respaldada por MARCHA, el Caucus Hispano/Latino de La Iglesia Metodista Unida.
Traducción provista por la Revda. Nora Colmenares. Disponible en inglés.