La Comisión General de Religión y Raza (General Commission on Religion and Race o GCORR por sus siglas en inglés) se formó en 1968 para que la recién formada Iglesia Metodista Unida rindiera cuentas en su compromiso de rechazar el pecado del racismo en todos los aspectos de la vida de la iglesia. GCORR lidera la transformación sistémica, vigila la equidad racial, equipa a las iglesias en áreas de conocimiento cultural, prepara y apoya a los líderes que participan en el ministerio interracial/intercultural y sirve como defensor del proceso justo en asuntos de discriminación racial.